sábado, 30 de abril de 2016

My Wish, your Blood - Capítulo 3


Fabián había conseguido más de un regaño y golpe por parte de las chicas por haber llegado tarde a la escuela, la oportunidad de escaparse había sido tan oportuna, tenía que llegar a su clase de prisa, así que huyó tan aprisa como pudo, en cambio Alexa y Ker ni siquiera se esforzaron en llegar, sabían de antemano que el profesor no las dejaría pasar, así que prefirieron aprovechar el tiempo e ir a desayunar antes de la siguiente clase.
ALEXA:            No puedes ocultarlo, que te traes entre manos, estas muy alegre, hasta siento un poco de miedo – Sonriendo.
KER:                ¿En serio? Bueno, es que anoche hable con Bill – Emocionada - Y me dijo que hará todo por venir el día de mi cumpleaños.
ALEXA:            Wow  genial, con razón estas así, se nota que los dos se gustan.
KER:                ¿tú crees? – Sonriendo emocionada – no puedo negar que me gusta mucho y desde que grabamos esa canción hemos estado más unidos.
ALEXA:            Que envidia, imagínate tu voz esta en todos los discos de Tokio hotel, tengo que decir que tienes linda voz y junto con la de Bill la canción quedo perfecta.
KER:                Gracias amiga, anoche hablamos mucho y yo súper feliz escuchando su voz, sobre todo la promesa de que estará en mi cumpleaños.
ALEXA:            ¿Promesa? Bill va en serio, ¿no será que te pedirá que seas su novia?
KER:                Dios dios – Saltando de emoción – lo pienso y me pongo nerviosa, sería el regalo perfecto.
ALEXA:            Yo apuesto a que eso será.
KENDRA:         Hola niñas – Llegando inesperadamente.
KER:                Hola kely.
KENDRA:         Kendra, me llamo Kendra – Un poco exasperada - ¿un mes de conocernos y aun no te aprendes mi nombre?
KER:                Es que tu nombre esta dificilísimo – Un poco avergonzada. 
ALEXA:            Si, claro, tiene mucho grado de dificultad.
KENDRA:         ¿Y  donde estaban que no llegaron a la clase?
ALEXA:            El tonto de Fabián que no se apuro a llegar.
KER:                ¿Dijo algo el profesor? ¿De que no asistimos? – Preocupada.
KENDRA:         No se preocupen, solo dejo tarea y se fue, que tenía una junta y no recuerdo que otra cosa dijo, lo ignoré.
KER:                Yo tengo flojera de estar en la escuela, hoy no tengo ánimos de entrar a clases
ALEXA:            ¿Y si no entramos?
KER:                Si!, no entremos.
KENDRA:         ¿Y a dónde iremos?
ALEXA:            Mi prima vendrá de vacaciones y quiero comprarle algo, eso sí, no tengo idea que comprarle y necesito que me ayuden.
KER:                Primero, ¿como de cuanto estamos hablando?, depende de cuánto tengas para pensar en algo.
ALEXA:            Eso no importa, mamá me dio dinero extra, ¿entonces?
KENDRA:         Ya que insisten, voy.
KER:                Uuuuy y tú sí que eres difícil de convencer, yo también voy, no quiero saber de clases por hoy.
ALEXA:       Aunque nos tendremos que ir en taxi porque Fabián no creo que quiera acompañarnos.
KENDRA:         ¿Por qué no?
KER:              Según hoy tiene un proyecto que presentar y que es muy importante, me imagino que si porque él es tan pero tan flojo para hacer tarea y si está preocupado por ese proyecto es porque su vida depende de ello.
ALEXA:            Cierto, él muy tonto esta por reprobar la materia y debe pasar ese proyecto para no tener que presentar el examen global, por eso está preocupado.
KENDRA:         Bueno, entonces hay que irnos antes de que algún profesor nos vea.

 _ Lilith _ <<Apenas eran las seis de la tarde, el tiempo pasaba mucho más lento de lo normal, no sé cuánto tiempo llevaba mirando por la ventana pero sentía que era una eternidad, esperaba a que comenzara a atardecer y así Criss y yo pudiéramos salir. Hacia un par de semanas que la primavera había comenzado, el sol se ocultada cada vez mas tarde y no nos dejara salir de casa. La primavera y el verano no eran las mejores estaciones para nosotros, no las odiábamos, simplemente en esas épocas del año pasábamos más tiempo en casa, a comparación del otoño y el invierno en los que el sol no se aparecía con frecuencia permitiéndonos salir de día, aun la claridad nos llegaba a molestar, podíamos tolerarla, pero lo realmente difícil no era el sol sino que la gente viera nuestra piel que palidecía hasta casi volverse blanca, la gente se asustaría al vernos, quizás podríamos pasar por albinos, vaya, si supieran de donde viene la raza albina, pero haciendo de lado ese punto, si alguien que nos conocía nos viera, sabría que no lo éramos. El sol empezaba a ocultarse, eran las 6:30 justo a tiempo para llegar al bar; desde hace varios años Criss y yo quisimos hacer algo diferente, noches enteras nos la pasábamos vagando por las calles sin sentido, yendo a donde queríamos conocimos a muchas personas, quizás mortales quizás vampiros hasta que nos hartamos un poco, así que decidimos trabajar; sabíamos que no lo necesitábamos, conforme a los años nos fuimos haciendo de dinero suficiente por tanto no nos hacía falta, el hecho de trabajar era más como una distracción, así que conseguimos trabajo en un bar exclusivo de París, Criss era el DJ del lugar y yo, yo una simple mesera, no me agradaba pero quise quedarme en el mismo lugar donde estaría Criss así que acepte, ¿ya 6:40? Rayos, es hora de irnos.>>
CRISS:              ¿Estas lista?
LILITH:             Si.
CRISS:              Que te parece si hoy nos vamos en moto – Mostrando las llaves de la moto que colgaba de uno de sus delgados dedos.
LILITH:            Si! Pero yo conduzco – Lilith le arrebataba las llaves.
CRISS:              Ni loco te dejo que conduzcas, dame las llaves.
LILITH:            Cómo que no, solo una vez.
CRISS:              Dame las llaves.
LILITH:           Por favor – Con mirada suplicante.
CRISS:              Dame las llaves por las buenas o te las quito por las malas.
LILITH:             Así me estas amenazando – Corriendo al otro lado de la sala – ja, atrévete – Con mirada desafiante.
CRISS:              Tú lo pediste – Sonriendo maliciosamente.
Criss sonríe y planta su mirada en Lilith, ella aprieta los dientes mientras le devuelve la mirada, ambos se sostienen la mirada, Lilith aprieta con fuerza el puño y este se mueve de forma extraña, como pequeños jaloneos que van aumentando la rigidez de Lilith.
LILITH:             No hagas eso – Con la mirada amenazándolo – Eso no vale.
CRISS:              ¿Hacer qué?
Lilith apretaba con fuerza el puño donde tenía las llaves al mismo tiempo que evitaba romperlas, pero los jalones eran más fuertes, Criss tenía una sonrisa de victoria mientras ella evitaba a toda costa abrir su mano, una pequeña punzada comenzaba a entumir sus dedos pero ella seguía evitando abrir su mano, sin embrago su intento fue en vano por que esta se abrió haciendo que de ella saltaran las llaves, las cuales se fueron elevando sobre ella.
LILITH:           Eres un vil tramposo.
CRISS:            Atrápalas, vamos tu puedes – Riendo un poco y mirando las llaves que estaban en lo alto.
LILITH:          Como pretendes que salte por ellas, ni que fuera perro.
CRISS:            Si hubieras aprendido lo que te enseñe harías que las llaves fueran a tus manos.
LILITH:             Recuerda que eres un pésimo maestro y por eso no aprendí nada, además que pereza, me llevaría 20 años en aprender eso.
CRISS:              Corrección, 10 años, fue los que me lleve perfeccionarlo.
LILITH:           Para mi serian 20, con el maestro tan menso que tenía, además eso es cuestión de don.
CRISS:              ¿Don?
LILITH:           Así es – Mirando las llaves – Quizás no puedo hacer que ellas vengan hasta mí, tampoco quiera saltar por ella, pero lo que sí puedo es atacar a quien las tiene.
CRISS:              ¿Qué? – Confundido.
Lilith sonrió y Criss en un solo parpadeo se quedo sin aliento, Lilith que estaba mas allá de la sala ahora estaba a 30 cm de distancia de él, Criss sabía lo que ella haría y al mirar su mano dirigiéndose a él intentó esquivarla, con dificultades lo logro, sin embargo no pudo equilibrarse a tiempo y al sentir que caería jalo del brazo a Lilith esperando sostenerse de ella, pero ella estaba desprevenida y no pudo evitar irse junto con él al suelo; la espalda de Criss había azotado en seco en el piso causando una pequeña grieta y Lilith había caído sobre él, las llaves ya no habían logrado mantenerse en el aire y al igual que ellos habían caído. Criss permaneció callado, mirándola, era una de las pocas veces que había tenido oportunidad de verla tan cerca, no podía asimilarlo.
LILITH:            Criss – Mirándolo a los ojos.
CRISS:              ¿He?
LILITH:             Hay algo en tus ojos que me llama la atención, y mucho.
CRISS:              ¿Sí? – Tragando saliva - ¿qué es?
LILITH:            Es, es esa enorme lagaña que tienes en el ojo, ¿no te bañas bien?
            Criss quedó petrificado, desilusión total, Criss como maquina oxidada llevó lentamente una de sus manos a sus ojos para quitarse la vergonzosa lagaña que había arruinado el momento, Lilith comenzó a reír inevitablemente.
LILITH:             Que tonto eres, solo era una broma.
CRISS:              ¿Qué? – Avergonzado por caer en la trampa.
Lilith seguía riendo mientras se levantaba y Criss hacia lo mismo, en cuanto recordó las llaves las busco con la mirada y Lilith ya las tenía en sus manos.
LILITH:                        Toma – Sonriendo y dándole las llaves – Se hace tarde.
CRISS:              Si – Sonriendo.


1 comentario:

  1. The King Casino | Ventureberg
    Discover the rise and fall of the king casino, one of the world's largest gri-go.com septcasino.com The Casino is operated ventureberg.com/ by https://septcasino.com/review/merit-casino/ the King Casino Group. You can 출장샵

    ResponderEliminar

Comentarios

Sobre Mi

Hola, mi nombre es Giselle y este blog lo he creado para publicar todas aquellas historias que se me han venido a la mente en sueños, que han sido inspirados en algún grupo musical (básicamente Tokio Hotel, que es mi grupo favorito), actores o quizás de una misma canción que escuché.

Mi vida y mi sueño es escribir y espero poder hacerlo hasta donde mis fuerzas me lo permitan.

Espero que les guste =)


Fick

FIRE IN THE RAIN
Giselle Pineda Vargas